Periplo noruego

miércoles, 22 de junio de 2011

El periplo noruego


Los periplos, en la Antigüedad, eran relatos de viajeros y marinos que constituían verdaderas guías de navegación arcaicas, no mapas geográficos, pero sí consejos de navegación de cabotaje: evita esta costa rocosa, descansa en esta cala, rehuye a los Lestrigones. A un experto marino griego de la Edad Antigüa, un viaje podía resultarle emocionante o necesario rezando a los dioses porque su cuerpo llegase a tierra y no se hundiera en el océano sin rito funerario. En cualquier caso, siempre era terrorífico por la cantidad de peligros y la incertidumbre, en contraposición a los viajes hoy día. La palabra periplo fue evolucionando y adquiriendo nuevos significados (RAE):

periplo.

(Del lat. periplus, y este del gr. περίπλους).

1. m. Viaje o recorrido, por lo común con regreso al punto de partida.

2. m. Recorrido o trayectoria espiritual de una persona.

3. m. En la geografía antigua, circunnavegación.

4. m. Obra antigua en que se cuenta o refiere un viaje de circunnavegación. El periplo de Hannón.



En un mes aproximadamente me voy de beca Erasmus a Bergen, Noruega. Por Dios, hace unos meses ni siquiera conocía ese nombre, y mis conocimientos de los países escandinavos se limitaban a lo poco que sé de mitología nórdica y a las novelas de Stieg Larsson. Y sin quererlo ni buscarlo, acabaré allí haciendo mi cuarto año de carrera.

Este blog será mi periplo, mi arcaica carta de navegación para que todo aquel que necesite alguna guía o consejo pueda encontrar alguna respuesta por aquí, y también para que mi gente me siga la pista. Pensaba empezar a escribir más adelante, casi cuando estuviera a punto de tomar el avión, porque todo lo que hago ahora me sabe a despedida y no quiero despedirme. Pero lo cierto es que llevo tiempo preparando el viaje, y ahora toca ultimar detalles.

No he estado sola, también he de decirlo. Un colega de la carrera, G., me ha dado todo tipo de consejos y advertencias que me han ayudado a empezar con buen pie y no cagarla estrepitosamente, algo muy pero que muy fácil cuando solicitas una beca Erasmus. Si extravías un puñetero papelito, estás perdido. Sus consejos, de forma indirecta, también formarán parte del periplo noruego.

A mi gente les tengo que decir muchas cosas todavía. Que este es el mejor medio que se me ocurre ahora mismo para no perder el contacto. Que no puedo llevaros conmigo sino con palabras.