Periplo noruego

sábado, 27 de agosto de 2011

Consejos de navegación

He estrenado sección en el blog, en el menú lateral izquierdo: Cómo venir a Bergen, lleno de consejos sobre el transporte, alojamiento y organización del viaje.

En un principio lo hice para los amigos que quieren venir a visitarme, pero lo he ampliado para que toda persona, joven o mayor, enérgica o tranquila, urbanita o deportista, estudiante o trabajadora, encuentre aquí información útil.

Si sabéis de más páginas interesantes o soluciones baratas de viajar, no dudéis en recomendármelas en este blog y yo las iré añadiendo a la sección de consejos.

(Si no actualizo más, es buena señal: estoy estudiando).

jueves, 18 de agosto de 2011

Check List

Comprobar que te has registrado correctamente en todas las aplicaciones online de tu universidad de acogida, ir al super, recordar además que tu universidad de origen también te mandó de viaje con un montón de papelitos muy monos con su membrete y su sello, volver al Ikea a preguntar por el famoso y añorado mocho o fregona (mop, in English, you know), asegurarte de que las asignaturas que escogiste antes de venir son las que quieres estudiar, comprar leche y café, y si sobra pasta, un pack de cerveza Hansa, plantearte si te conviene más hacer el curso de noruego o apuntarte a English Language I porque la profesora mola un montón, recordar que el día 26 vamos todos los erasmus a la comisaría a registrarnos, y que si no llegas pronto te va a tocar hacer una cola...

Y salir de fiesta, claro.

La vida erasmus es agotadora, y muy cara si vienes a Noruega. Echo de menos mi casa, la suciedad del Republikka y la oscuridad del Íberos con su quinto de cerveza fresquito a 0,50€. Esto es duro, os lo digo en serio. Ya estoy planeando dónde poner mis cubas de cerveza para empezar a hacerla el mes que viene, y otros compañeros se encargarán del vino.

Tengo que racionarme el tabaco que me queda, porque aquí el paquete de 50gr. de tabaco de liar con boquillas y papel cuesta alrededor de 25 €, y el paquete normal de 20 cigarrillos cuesta 8 € sin importar la marca (todas las marcas de tabaco tienen el mismo precio, no entiendo por qué... algo de los impuestos indirectos, imagino). Estoy por pillarme un vuelo de 8€ a donde sea sólo para ir a comprar al duty free, y no es coña. Si venís a visitarme, ya sabéis cuál será mi principal encargo. =)

Había pensado ir hoy a hacer fotos, pero se ha nublado, cosa muy típica. Aquí se nubla, llueve o hace un sol mediterráneo de agosto en intervalos de 5 minutos.

Tengo clases los lunes y viernes, empiezo la semana que viene y las asignaturas que he cogido prometen. Aquí los profesores se presentan el primer día de clase y te dan un papel con la descripción de la asignatura, el horario y un pequeño calendario con los temas que se van a tratar en cada clase. ¡Organización al máximo!

Las facultades también están increíblemente bien organizadas. En edificios diferentes, con organización y normativas diferentes, todo muy compartimentado, como un mueble escandinavo.

Aún no he tenido tiempo de conocer a muchos noruegos, pero el personal de la universidad es en general atento, encantador y muy comprensivo. La chica que me envió por fax mi confirmación de llegada me dijo que se iba a casar en Málaga y que tenía muchas ganas de conocer Nascha. Le pedí que me lo deletreara y se refería a Nerja. Y preguntándole por la posibilidad de que el gobierno noruego de algún tipo de ayuda económica a los erasmus que venimos aquí, me dijo que no había ninguna, sólo para los países en vías de desarrollo, y al decirle lo que mis amigas andaluzas tienen de beca, me dijo sonriente: "Tendrás que mudarte a Andalucía".

Y no es mala idea, la verdad.

Y para terminar, una demostración de alteridad que aprendes cuando estás fuera y ves cómo los demás europeos ven tu país: que a una chica griega de 22 años un noruego le diga que en su país deben "trabajar duro para salir de la crisis", así, como si la hubieran montado los trabajadores. Ayer me enteré de que en Europa somos considerados unos PIGS (Portugal, Italy, Greece y Spain), y os recomiendo encarecidamente que veáis este documental de unos periodistas griegos, al que mi compañera Helena le ha dado el visto bueno histórico y político, asegurándome que no hay manipulación de información ni exageración. Y atención al término "deuda odiosa", que tiene tela.

Debtocracy - Χρεοκρατία - Deudocracia, por Katerina Kitidi y Ari Hatzistefanou.


NB: Noruega no está en la UE, así que no será tan buena como dicen los alemanes y franceses que he conocido aquí.

NB2: No sé quién ha visitado este blog desde Rusia, China y USA, pero le doy las gracias (me encanta mi mapa mundi de visitas).

miércoles, 10 de agosto de 2011

Ideas trasnochadas de una llegada

Sonando por aquí... "Caminando en círculos".

Y siguen sonando canciones increíbles, de fuga para hacer maletas, canciones que llevo en el corazón, como a todos, ya lo sabéis. Menos mal que nos une la música, a pesar de las restricciones de spotify y derivados.

Ahora mismo estoy asimilando mucha información, y poco puedo contaros. Aquí todo es verde, eso sí que os lo cuento. De un verde que no se puede ver en cualquier parte, porque aquí hasta el aire si te fijas tiene algo de glauco. Las casas de colores diseminadas por todo el paisaje rocoso se apiñan en las laderas, a punto de caer al agua en cualquier momento.

No tengo jet lag, pero casi. Un dolor lacerante en los ojos de llorar en el avión y quedarme con careto de muerta el resto del día, un llorar de impotencia, de querer desatomizarme y volver a recobrar forma al lado de vosotras, mis chicas, una impotencia por esforzarme por mostrar una sonrisa de cuerno a cuerno, como le prometí a alguien que haría, y que haré, para que pueda decir con orgullo que dejé mi palabra cumplida.

Ya sólo me quedan algunas ideas inconexas que os contaré por aquí, sin ampliar todavía (tengo tanto que ampliar...). Es que todavía estoy muy verde, pero verde española, así no me tengáis en cuenta que no de pie con bola. No conozco apenas las monedas ni la extraña dirección de la corriente del Labrador (me ha dicho un señor en el avión que gracias a esa corriente no hace tanto frío por aquí... menos mal), pero allá voy.

El viaje ha empezado bien, creo. Al salir de mi casa, de la casa de la que tanto digo que quiero independizarme, me he echado a llorar. Luego me he dormido en el coche camino del aeropuerto, como un bebé. Y al despertar... ¡sorpresa! Estaba enfrente de un bar que se llama Las Vegas, en alguna parte... jejeje.

Pero luego he conocido el estrés, el de verdad. Odio los aeropuertos. Barajas, concretamente. Es deshumanizador, tanto acero y cristal y tanta gente perdida y desamparada. Casi me da un algo.

No todos son así, he de ser justa. El aeropuerto de Oslo es manejable, y el de Bergen pequeño y acogedor, con todos los letreros bien puestos, y puedes saber con un solo vistazo dónde empieza y dónde acaba, por dónde salir a fumar y volver a entrar si quieres algo de la cafetería.

Creía que sabía lo que era un momento duro, pero me equivocaba. Es duro despedirse de las personas a las que se quiere, es duro dejarlas ir y que te dejen marchar, es duro llegar tras un día agotador y querer ir a un supermercado o conectarte a Internet para decirle a todos que estás bien, y no tener las claves de acceso. Puedo decir con el orgullo de mi juventud y enarbolando mi bandera de inexperta de la vida que venía acojonada, triste y que nunca lo he pasado peor.

Entonces he logrado llegar a la Fantoft, mi residencia, que en realidad es un conjunto de edificios (si esto tiene recepción aún no la he encontrado... sólo he encontrado una cocina con diez españoles dentro y uno destilando vino, y el sitio del wifi que va y viene). He llegado arrastrando las maletas, o tal vez las maletas me arrastraban a mí, y he conseguido girar la llave. El número de la habitación era 352 y estaba escrito con boli debajo del número 350. "Qué raro", he pensado.

Al entrar, me encuentro con una chica tan sorprendida como yo. Se llama, digamos, Helena, es griega, tiene 22 años y hace las prácticas de odontología aquí. Es mi compañera de cocina y de baño, y ahora mismo estará durmiendo y espero que no oiga el tecleo.

Le cuento a Helena un poco de dónde soy, qué hago con mi vida, cómo he venido a parar aquí y que me habían dicho que esta era mi habitación. Se ha mostrado sorprendida porque no la habían avisado. Acto seguido, me enseña la cocina, el baño, mi armario y mi cuarto (todo genial menos el baño, que es muy raro y minúsculo, pero aquí son todos así). Y este ángel griego ha cogido y me ha dicho: "Oye, seguro que tienes hambre, voy a hacerte la cena".

Y me ha salvado la vida.

Así que tranquilas y dejad de llorar, (y de hacerme llorar a mí con los emails y los privados, jo) y sabed que he venido a parar a un buen sitio.

Nos ha comentado un veterano (colega del que destilaba el vino) que este año somos demasiados españoles, y tendemos a ser gregarios con los de nuestra cultura cervecera. Los noruegos que vienen a la residencia son de primero de carrera. Madre mía, nos los vamos a comer... creía que el objetivo de la Semana del Mentor es lúdico-didáctico, pero más alcohólico que lo anterior.

Y todos los viernes hay fiesta en el club Fantoft. Así que de llorar nada, joder.