Periplo noruego

viernes, 6 de enero de 2012

Y, sin embargo, llevaba la marca del Sur...


El norte.
Mira más hacia el norte.
Camina contra el viento con las mejillas rojas.
Busca el camino escarpado. Síguelo.
Es el más corto.
El norte es mejor.
Cielo de invierno con llamas, sol
milagroso en la noche de verano.
Camina contra el viento. Escala montañas.
Mira hacia el norte.
Más a menudo.
Este país es largo.
La mayor parte es Norte.

(Rolf Jacobsen).





Y tras una breve pausa, superados los exámenes y bien celebradas las vacaciones, vuelvo al norte, recordando la película Los amantes del círculo polar, estudiando el mapa de Noruega, planeando mi verano en Lofoten y leyendo estos poemas en un libro de fotografías de auroras boreales que le he regalado a mi madre. Lo único que sé es que tengo que seguir el camino. Los planes van cambiando sobre la marcha y a velocidad de vértigo, teniendo como única certeza el futuro incierto y siendo el norte de mi brújula el Sur, aunque ahora tenga que desviarme del camino durante un tiempo. Alguien me dijo: "No has venido al mundo equivocado, has venido a un mundo que resiste. Tú tienes el poder de hacerte libre", y sé que debo usarlo. Volaré alto y sin miedo a perderme. Para no tener que preguntarme jamás "¿Y si...?".


Si una estrella te llama, síguela.
Si te lleva a una ciénaga, encontrarás cómo salir;
pero si no la sigues,
siempre te preguntarás
si aquella no era tu estrella.

(Friedrich Hebbel).


Sobre la cima
de un monte, a medianoche,
me mostró las estrellas encendidas.
Era un jardín de oro
con pétalos de llama que titilan.
Exclamé: - Más...

(Rubén Darío).


Va hacia el norte la bandada de gansos,
hacia la tierra en que nacen las fábulas,
donde el día reposa y sueña encantos
al fulgor suave del sol de medianoche.

(Vilhem Krag).


Y mi canción para el avión...

2 cosa(s) que alguien tiene que decir al respecto:

Emiliew dijo...

Me gusta encontrarle el segundo sentido a las cosas y veo el blog (este y el mío, para no irnos más allá) como algo similar a la caja de metal de la niña. Un sitio donde ir guardando esas experiencias y asegurando recuerdos y retos personales. Por suerte esta cajita de metal no tiene que pasar por aduanas ni excede el peso del equipaje.

Prácticamente lo mejor de mi vida fue ese Erasmus, tal vez el segundo cuatrimestre en especial. Fueron muchas sensaciones concentradas (y encontradas) en sólo 7 meses.

Quizá no sean las fotos, ni la cerveza, ni los contactos, ni las asignaturas aprobadas... es la sensación de subir el Ulriken, la cogorza en las escaleras del Fantoft Club, las pizzas de los domingos de resaca y la adrenalina a cien mientras robas cerveza en Scotchman.

Que todo lo que quede pendiente no caiga en el olvido y que aproveches lo que queda. Me alegrais un montón pero me dais una envidia terrible, todo hay que decirlo.

¡Un abrazo!

Artemisa V. dijo...

Muchas gracias por tu mensaje, y por la ayuda que tu blog y tus palabras aportan! =) Ya sabes que en Fantoft tienes casa.

Un abrazo!